¿Capitulación?


Saludos, estimados profesores, y guarden un poco de dinero para cuando la Consellería no les pague: hoy toca asunto económico.

Si en junio el 2007, justo antes del gran batacazo subprime que nos trajo a este erial económico, el Banco Santander nos sorpendió a todos con la astuta maniobra de vender todos sus bienes inmuebles, yéndose a vivir de alquiler en su propia casa y anticipándose así a la debacle ladrillera, el día de hoy promete ser otro histórico punto de inflexión que nos avisa de por dónde van a ir los tiros. Porque, agárrense caballeros y damas, el Banco del señor Botín pone a la venta toda su cartera inmobiliaria, unos 30.000 pisos, solares y zulos que ha ido acumulando pacientemente a base de ejecuciones hipotecarias, embargos y daciones de pago.

El gesto encierra muchos significados, pues si se confirma que es cierta la voluntad de hacerlo, y lo peor, si se confirma que finalmente se hace, y la venta se cierra a pérdida (¿con qué descuento? ¿40%? ¿50%? ¿60%?) estamos ante lo que en los sueños húmedos de los burbujistas se llamó siempre “capitulación”.

Pero aún hay más: el tirón de los precios hacia abajo que implica el movimiento puede suponer una auténtica debacle inmobiliaria para las entidades (ya no digamos los particulares) que salgan de segundos o terceros en la loca estampida por soltar el lastre de tan ruinosa inversión. Cuando lleguen al mercado se encontrarán con los precios por los suelos y la escasa demanda nuevamente copada por el viejo Botín, que, aún por encima, podrá presentar unas cuentas más saneadas, no como el resto de la competencia. Y es que a veces es necesario perder para poder ganar de nuevo.

El ladrillo español tiene que volver a su punto de equilibrio, pero si lo hace por la vía del trauma (y posiblemente lo hará, dada la resistencia numantina al ajuste, que lleva prolongándose desde 2007) el sobrerrecorrido a la baja va a ser calamitoso, especialmente para los balances bancarios de las entidades más expuestas al crédito promotor y particular. Y entonces nos veremos las caras con los europeos, porque está claro que los bancos españoles llevan años maquillando sus cuentas, y a los inspectores de la UE no les va a hacer ninguna gracia descubrir los armarios llenos de cadáveres.

Y aunque suene duro decirlo, si la operación se confirma y no la interpreto mal, lo que va a ocurrir a partir de ahora tal vez sea el principio del comienzo del inicio de la salida de esta horrible crisis económica en la que estamos metidos los hispanistaníes, lo que desde luego no nos va a librar de tener que recorrer nuestro particular camino de Damasco de horror y sufrimiento económico y social.

Pero para que eso se confirme aún tendremos que esperar mucho tiempo.

El pinchazo-derrumbre de la burbuja-pirámide generacional inmobiliaria española no solo es una fase más del devenir estructural de la economía local. También forma parte del proceso histórico internacional de declive del capitalismo popular (inmobiliario). Los apegados a la usura inmobiliaria se rebelan contra la capitulación ordenada por los cuarteles generales del capitalismo financiero, conjurándose en una guerra total; en su desesperación, serán capaces de empeñar su seguridad y la de su prole.

P.S.: entiendo que el vídeo cause dolor; los que saben de esto advertirán que, entre el vídeo propiamente dicho y su descripción, está resumida buena parte del pensamiento ppcc, que es muy sencillito y para todos los públicos; el nuncabajismo ha muerto y ha dado paso al pocobajismo [bajar baja poco, la banca tiene la culpa y hay sitios y sitios], cuyo trasunto macroeconómico es la tríada proinflacionismo, germanofobia y estajanovismo; tenemos delante un largo período [2025] de absorción del golpe inmo-hipotecario y es lógico que los perdedores se resistan secuestrando a cámara lenta la economía ordinaria, chantajeándonos con el apocalipsis; tienen que ver que es razonable que los que estamos por el futuro empecemos a ser implacables con su maquis y su quintacolumna.

Pisitófilos creditófagos, Obras Selectas.


Vídeo encontrado en Cotizalia.